Consagrados por la Tierra. Ashpa Yaya Santigomanta -Santiago Tierra de Dios
Carta 1 al Pueblo de Dios
Es la vida lo primero que tenemos al nacer, ya que Dios en su querer, nos la da con mucho esmero. Es de hombre bien nacido respetar lo regalado y tratarlo con cuidado es sentirse agradecido.
Siendo fieles a la vida que de Dios nos viene dada; es de vida consagrada revivir la profecía y defender con valentía a la vida amenazada. (Germán Pravia)
Como grupo de consagradas/os: religiosas; religiosos y sacerdotes de las Diócesis de Añatuya y Santiago del Estero, queremos estar presentes y hacer llegar nuestra palabra desde el seguimiento de Jesús, “al servicio de los que tienen la vida y la fe amenazadas” en este tiempo de la misericordia.
Retomamos este espacio de discernimiento animados por la memoria profética de Mons. Sueldo y el martirio de Mons. Angelelli. Con un oído en el Pueblo y otro en el Evangelio vemos con preocupación y esperanza que:
• Continúan los atropellos y la violencia a las comunidades indígenas y campesinas, violando sus derechos y su cultura: casos de Zorro Huarcuna, familia que ha sido secuestrada por el empresario Lizárraga y obligadas a firmar papeles; Pozo del Castaño; Ovejería; Espalda de Toro Human; Lote 8-Piruaj Bajo; Churqui Esquina y otros tantos a lo largo de los territorios indígenas y campesinos de nuestra provincia.
• Queremos acompañar especialmente en estos días a la Comunidad Guaycurú de Bajo Hondo (Moreno) que está sufriendo el ataque de bandas armadas contratadas por en “empresario” Canido, dueño de Manaos.
• Vulneración de nuestro derecho a vivir en un ambiente sano. Reclamos de las comunidades de Forres por la contaminación producida por el frigorífico Forres-Beltrán S.A, sin solución hasta el momento; la contaminación con agro-tóxicos por parte de un modo de comprender el desarrollo que reduce al hombre y la creación a “una cosa útil” para lograr mayores rentas. Por ejemplo en Rapelli (Pellegrini); Puesto Libertad (Jiménez) y tantos otros.
• Justicia: jueces detenidos y procesados: Lucrecia Martínez Llanos; Ramón Tarchini y Miguel Ángel Moreno.


• Ausencia del Estado: la inflación, sobre todo en alimentos y la monetarización de la economía de
familias rurales aumenta la vulnerabilidad sobre todo en niños/as y ancianos. Detectamos con dolor y preocupación chicos con bajo peso.
• También familias de pequeñas comunidades están quedando sin el servicio de energía eléctrica debido a la imposibilidad de pagar los injustificados e ilegales aumentos en la misma. Nombrar causa o ejemplo
• A nivel provincial se van experimentando cada vez más preocupantes niveles de distorsión a de la vida democrática. Esto se visualiza en una prensa cooptada en su discurso por el poder político y un poder político dominado en su accionar por los poderes económicos cada vez más concentrados.
Un poder político casi omnipotente que acciona a modo de silenciamiento y presión a nivel de la prensa, la cámara de diputados y de la estructura estatal. En éste sentido es muy significativo lo que ha sido el proceso de movilización y lucha que han desarrollado nuestros docentes. Con enorme coraje y compromiso cívico, sufriendo innumerables persecuciones, aprietes y silenciamiento de su justa causa.
• Acompañamos a los docentes en su lucha y esperamos con ellos, una respuesta.
También vemos con esperanza que muchos en nuestro pueblo cada vez se animan más a levantar su voz, a no tener miedo. Un pueblo que se va organizando cada vez más en innumerables espacios autónomos de estos poderes políticos y económicos que pervierten y dañan con su ambición de dinero y poder, el espacio y el sentido de lo público, del bien común. Muchos que se animan a crecer en identidad y autonomía, dejando de lado paternalismos opresores que desde tantas instituciones “salvadoras” en su historia, le han sido ofrecidos.Más y más movimientos campesinos, barriales, ciudadanos y populares van haciendo caminos de mayor conciencia y defensa de la dignidad de Hijos Amados y plenos de capacidades que nuestro Tata Yaya les ha dado.
Cada vez nos vamos animando más a soñar con un Santiago del Estero con mayor libertad de expresión, con más oportunidades y apoyos para los más débiles (preferidos de Jesús), mejor educación, servicios básicos para todos sus pobladores por igual, un sistema de justicia.
A ellos compañeros de camino, gracias.
Junto con el papa Francisco en su encíclica ‘Laudato Si’ (Alabado seas), queremos hacer nuestra su plegaria: Señor Jesús, “inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie. Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos”.
                                                    Han vendido sus tierras.
                                                   Los han echado de su monte.
                                                   Han alambrado sus vidas.
                                                   Han repartido sus ropas.
                                                   Ignorados sus derechos.
                                           Y cuando parecía que todo se ahogaba,
                                           en un propio y aturdido silencio;
                                           entre la tormenta y la profecía
                             sonó firme un susurro, invitándonos a todos y cada uno,
        diciendo: ¡Otro mundo es posible! ¡Otro Santiago del Estero es posible!


Sergio Lamberti, Pastoral Social y Derechos Humanos, Diócesis de Santiago del Estero.
Sergio Raffaelli, Parroquia N. S. de Monserrat, Brea Pozo, Diócesis de Santiago del Estero.
Rubén Lassaga, Parroquia N. S. del Valle, Garza, Diócesis de Santiago del Estero.
Hernán G Orona, Parroquias Inmaculada Concepción y Sumampa, Frías, Diócesis de Santiago del Estero.
Mariano Ledesma, Parroquia N. S. de Loreto, Loreto, Diócesis de Santiago del Estero.
Marcos Alemán sj., Parroquia San José de las Petacas, Boquerón, Diócesis de Añatuya.
Rodrigo Castels sj., Parroquia San José de las Petacas, Boquerón, Diócesis de Añatuya.
Oscar Cuevaz ofm., Parroquia N. S. del Carmen, Villa La Punta, Diócesis de Santiago del Estero.