Estimados compañeros y compañeras del MST (Movimiento de los Trabajadores rurales Sin Tierra de Brasil), expresamos nuestro pesar e indignación frente al asesinato del dirigente del MST de Brasil, Coordinador del acampamento Luiz Maranhão, localizado en el parque industrial da Usina Cambahyba, Campos dos Goytacazes-RJ, Cícero Guedes dos Santos, de 54 años, que fue asesinado con más de diez tiros en la cabeza por matones armados en la madrugada del 25 de enero, en Campos dos Goytacazes, en el Estado de Río de Janeiro.

Enviamos nuestra solidaridad mediante un abrazo fraterno a los familiares y a sus compañeros y compañeras, frente a esta enorme perdida. Fueron muchos los aportes del compañero Cicero a la lucha por la tierra , la agricultura campesina y la agro ecología, desde su origen y sabiduría campesina, que fue creciendo en el desarrollo de las luchas del MST y la Vía Campesina. Nuestras luchas continuaran enriqueciéndose y alimentándose de sus luchas y su mística, junto a todas y todos nuestros mártires.

Expresamos nuestro mas enérgico repudio, frente a los crimenes, y frente a una práctica que estamos viviendo cotidianamente en nuestra región, donde desde el poder terrateniente y transnacional apuesta al crimen organizado como mecanismo para generar violencia sobre los dirigentes sociales y las organizaciones que luchamos por la teirra y la defensa de los bienes naturales, esta violencia acompañada de la práctica de la criminalización de la lucha se complementa en el marco de la ofensiva sobre nuestros territorios y la naturaleza.

Frente a esto, exigimos a las autoridades responsables se tomen las medidas pertinentes para garantizar la seguridad de la familia y de los compañeros y compañeras de Cicero, así como instrumentar los mecanismos de investigación que garanticen que autores materiales e intelectuales sean juzgados y condenados, además de la necesidad de que el gobierno y las autoridades responsables avacen con la expropiación de la hacienda denominada Usina Cambahyba (un complejo de siete haciendas que totaliza 3.500 hectáreas), así como de las demás haciendas reclamadas por des de 150 mil acampados en Brasil