Gendarmería vigilará el espacio aéreo santiagueño con tres aeronaves
Dos helicópteros de Gendarmería Nacional tendrán base en el aeropuerto “Vicecomodoro Aragonés”. EL LIBERAL/Archivo
Las tareas de prevención y combate de delitos federales serán reforzados en esta provincia desde el aire, pues se acaba de crear la Sección Aviación Santiago del Estero de Gendarmería Nacional Argentina, la que operará desde el aeropuerto Vicecomodoro Ángel Aragonés.
En principio, la flamante repartición contará con dos helicópteros y una avioneta para cumplir con su misión, según manifestó el comandante mayor Juan Esteban Zaracho, jefe del Destacamento Móvil 5.
El alto funcionario consideró que era una necesidad impostergable para la fuerza, con asiento en esta capital, contar con aparatos que permitieran llegar rápidamente a sitios donde hay hechos ilícitos, así como también para monitorear desde el aire movimientos de aeronaves que ingresan ilegalmente al espacio aéreo argentino.
Es sabido que Santiago del Estero tiene una ubicación geográfica estratégica en el norte, pues se encuentra a sólo dos horas de vuelo de Bolivia y Paraguay, países en los que se produce cocaína y marihuana a gran escala.
Además, su territorio es mayoritariamente llano y con una multiplicidad de lugares para el aterrizaje de avionetas no registradas. La escasa densidad poblacional y las zonas montuosas favorecen los vuelos clandestinos que transportan estupefacientes y mercaderías de contrabando.
La proyectada “radarización” de la frontera norte de la Argentina favorecería las actividades de la nueva sección de Gendarmería con sede en esta capital, pues al conocer las coordenadas en que se mueven los vuelos ilegales, los gendarmes podrían interceptarlos o conocer el lugar donde bajaron a tierra para dejar su cargamento.
En otras latitudes ya existen estas secciones Aviación, que han tenido un importante papel en operativos antinarcóticos de gran repercusión mediática.
Asimismo, explicó Zaracho, servirá de complemento para las tareas de inteligencia criminal, que suelen realizarse durante muchos meses, pues los lugares elegidos por los traficantes de drogas y mercancías para los aterrizajes son cambiados periódicamente.
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