NUEVAS ACUSACIONES AL MOCASE MNCI CLOC VC, a raíz del corte en la 34 y el Problema de Pozo del Castaño.
UN POCO DE HISTORIA
A comienzos de 2008 resolvimos comprar un campo en Santiago para aplicarlo al modelo silvi-pastoril que promueve la provincia: desmonte selectivo (previa aprobación de la autoridad forestal) de hasta un 50% de la superficie, 10% adicional para el cultivo de forrajes y actividad ganadera en el sotobosque y abras existentes. El modelo permite la SUSTENTACION del BOSQUE nativo, TRABAJO para los habitantes de la zona, y el CRECIMIENTO ECONOMICO de la región.
Visitamos varios campos en venta. La explosión de la soja en Santa Fe y Córdoba expulsó a muchos ganaderos hacia el norte en busca de tierras aptas, y Santiago concitó nuestra atención.
Elegimos El Llovera porque, habiendo sido asesorados por la Dra. Marcela Soria Busolini, estábamos convencidos de que con los papeles en orden y contando en nuestro poder con fotos satelitales que acreditaban que hace 19 años que el campo no tenía ocupantes, ni registraba ningún tipo de mejoras, ni de viviendas ni nada que pudiera hacernos sospechar que hubiera problemas de ningún tipo. No obstante ello, visitamos el campo y el paraje más cercano, Pozo del Castaño en varias oportunidades junto al Javier “Tiki” Gerez, viejo poblador de la zona, quien se encargó de relacionarnos con la gente, que nos recibió con los brazos abiertos.
Una vez escriturado en nuestro favor, con cierta alegría y orgullo por nuestro proyecto, nos presentamos a tomar posesión del campo. Poco antes, volvimos a visitar Pozo del Castaño, nos presentamos en la escuelita para ver qué podíamos hacer por los chicos de la zona. También nos reunimos en la capilla con pobladores del lugar, dándoles la "buena nueva" de que íbamos a crear fuentes de trabajo, con salarios justos, y en condiciones legales para todo aquel que quisiera emplearse. Incluso ofrecimos dar permisos de pastaje para los escasos animales de la gente del pueblo. También acordamos la forma de extracción de postes una vez aprobado nuestro plan tras la celosa inspección de la autoridad de contralor.
Allí empezó la PESADILLA. Un reducido grupo de pobladores del lugar, con el apoyo de pobladores de lugares remotos, más el apoyo del Movimiento Campesino de Santiago (MOCASE VC), nos han impedido desde entonces ingresar y trabajar en el campo. No lo han hecho sólo de palabra o a través de remedios judiciales, sino con amenazas, tiros, corte de rutas y destrozo y robos de alambrados, privación ilegítima de nuestra libertad, usurpación de tierras, incluso hasta robándonos un tractor en un camión mosquito en pleno campo.
Los argumentos de los ocupantes sublevados (un pequeño grupo) consisten en que, según sus dichos, ellos habrían tenido la posesión de la tierra desde tiempos inmemoriales. Reiteramos que el campo estaba vacío y ello fue constatado por dos escribanos diferentes, obviamente de la zona. Ante esta situación, presentamos una medida cautelar que fue resuelta favorablemente por el juez en lo Criminal y Correcional de 4ta. Nominación, Raúl Tarchini Saavedra; la medida establecía que no se nos podía turbar la posesión del inmueble (ver copia de la resolución). Dicha medida fue confirmada por la Cámara de Apelaciones en lo Criminal; no obstante tener una medida favorable en instancias superiores, los campesinos, alentados por intereses extraños a ellos, no cumplieron con los estipulado por la justicia santiagueña y comenzaron las agresiones.
Paralelamente, desde que compramos el campo, hasta mayo del 2009 (es decir más de un año), demostramos nuestra voluntad de solucionar el conflicto por la vía del diálogo. Para ello establecimos contacto con los abogados Félix Demasi y Pedro Orieta, representantes del pequeño grupo de campesinos, para llegar a un acuerdo. Acudimos a tres reuniones en la Mesa de Tierras, donde confluyen representantes del gobierno (Jefatura de Gabinete) de los campesinos, del MOCASE, del PSA y nuestra parte. El 25 de abril de 2009 acordamos ceder voluntariamente 1.400 hectáreas para evitar que se profundizara el conflicto. Hubo unanimidad y consenso y nos pusimos a trabajar en el lugar, a fin de realizar el deslinde, la mensura, fundamental para poder implementar la cesión de las 1.400 hectáreas, puesto que habíamos sido imposibilitados de realizar dicha mensura hasta el momento. Menos de una semana después de haber acordado esto, aparecieron representantes del MOCASE Vía Campesina, más un grupo de abogados que rompieron el acuerdo e instaron a los campesinos a desconocer lo que se había pactado. Esto nos desorientó; se nos cerraron las vías de diálogo con los campesinos que tan amablemente nos habían recibido y estaban dispuestos a trabajar con nosotros. Hubo un vuelco en la actitud de ellos, que todavía no entendemos; aparecieron agitadores profesionales, abogados inescrupulosos, organizaciones como el MOCASE VC que trasladaron gente de otras comunidades para ejercer violencia en contra nuestra y de la gente que ya estaba trabajando en el lugar; todo esto para impedir que comenzáramos los trabajos de mensura y deslinde en el campo. También aparecieron “gestores” que prometían la solución al conflicto, pero sin importarles el bienestar de los campesinos.
En septiembre de 2009, el estudio de abogados de Juan Llinás presentó un interdicto para retener la posesión (que no tenían) sobre 6.000 hectáreas, sobre un total de 11.163 has de superficie total del campo. Este pedido fue rechazado por el juez Federico Argibay Verdaguer; insólitamente, 15 días después, este mismo magistrado cambió radicalmente de actitud e hizo lugar a la medida peticionada por el abogado de los campesinos. Es decir, nos prohíbe a los legítimos dueños, Resio y Croche, ejercer la posesión no sólo sobre las 6.000 hectáreas, sino sobre todo el campo, dado que nunca aclaró cuáles eran las hectáreas en conflicto. Esta situación, ha sido aprovechada por los abogados Llinás y el MOCASE VC para confundir a los campesinos, en razón de que les están mintiendo que la medida rige para todo el campo.
Desde entonces hasta el presente, noviembre de 2010, hubo una escalada de violencia inusitada, producto de la impunidad con que se maneja el MOCASE VC y sus abogados. Cabe resaltar que, a pesar de todo esto (incluso llegaron a balear la camioneta en la que nos trasladábamos), en abril de 2010 reafirmamos nuestra vocación de diálogo y pedimos al gobierno que volviera a interceder, a través de la Mesa de Tierras, para llegar a un acuerdo con los campesinos. Nos reunimos con los abogados Juan y Santiago Llinás, quienes nos manifestaron que era posible un acuerdo con los campesinos, a cambio, ahora, de 1.800 hectáreas, más los honorarios de ellos. Estuvimos de acuerdo; accedimos una vez más al pedido de los campesinos, del MOCASE VC y de los abogados; restaba solamente formalizar el acuerdo mediante acta, en reunión con la Mesa de Tierras, cuestión de la que estaba la tanto el Dr. Juan Carlos Saavedra, representante de la Jefatura de Gabinete, a cargo del Sr. Elías Miguel Suárez.
Otra vez, misteriosamente, nos cambiaron las condiciones para lograr el acuerdo: esta vez nos pidieron 3.000 hectáreas y mejoras; cabe destacar que los honorarios de los abogados van directamente relacionados a la cantidad de hectáreas: es decir, a mayor cantidad de hectáreas para los campesinos, se incrementan los honorarios. También es de destacar que estos abogados le cobran a los campesinos, gente muy pobre en la mayoría de los casos, un abono mensual de 20 pesos (como obra en las denuncias que los mismos campesinos hicieron y consta en expediente judicial). Asimismo, han llegado a confundirnos, puesto que los campesinos que no pagaron las cuotas, han denunciado en la justicia que ellos no recibirían nada si se arribara a algún acuerdo, con lo cual no sabemos para quién serán las hectáreas que vamos a ceder, porque no todos pagaron sus cuotas a los letrados.
A pesar de todos los inconvenientes, seguimos empecinados en poner a producir nuestro campo; es un proyecto de largo plazo y no una especulación inmobiliaria; estamos convencidos de que Santiago tiene un enorme potencial que hay que aprovechar en materia ganadera; queremos crear fuentes de trabajo para la gente del lugar, para lo cual desde mediados de 2010 estamos hablando con muchos de ellos que se quieren ganar el sustento dignamente. Pero, otra vez, chocamos con la intransigencia, la violencia y las amenazas del MOCASE VC y de otros agitadores: amenazaron a la gente del lugar, pobladores humildes, que están trabajando con nosotros en la construcción de 10 hornos de carbón. Esta situación fue denunciada en la justicia por los propios damnificados, a quienes el MOCASE VC les impide trabajar. Incluso, otros agitadores, como Roger Almaraz del PSA, extorsiona a los pobladores que quieren trabajar con nosotros, con que los van a bajar de los planes sociales, entre otras extorsiones. Junto con cómplices que tiene Almaraz en la zona, no les compran lo que producen diariamente, lo cual les impide llevar el pan a sus familias; hay casos como el de Alfredo Acosta, un joven de 17 años, hijo de Gerardo Acosta, quien fue “castigado” por trabajar con nosotros. El MOCASE VC no le permite a Alfredito concurrir al colegio de la zona. Detrás del reclamo hay gente humilde que merecería un liderazgo más sano y constructivo. Líderes que los ayuden a conseguir educación, trabajo, salud y progreso, en lugar de llevarlos al conflicto con quienes quieren invertir en la zona. Aclaramos que la inversión no es pura promesa: grupo de agitadores rompió activos tangibles y productivos, en su intento por amedrentarnos.
¿Quién tiene la capacidad de hacer que un pueblo noble, como es el santiagueño, conspire contra su propio bienestar de este modo? Pues organizaciones locales como el MOCASE VC, que actúan fuera de la ley y con financiación llegada desde Europa. Disponen de camionetas 4x4, camiones, medios de telecomunicación, tiempo libre y toda la logística más avanzada. Incluso les aconsejan ignorar las órdenes judiciales de desalojo.
¿No estaría mejor nuestra sociedad si garantizáramos al propietario genuino de la tierra su aprovechamiento, pero al mismo tiempo implementando medidas creativas para el desarrollo de la zona? ¿Porqué no se emplea la misma energía y recursos en educar y capacitar a los pobladores para una vida mejor? Una recordada canción decía "porque cuando el Pueblo sabe, no lo engaña un Brigadier". ¿Cuál es la razón de ser de estas organizaciones paralegales? Los países del Primer Mundo, luego de haber talado cuanto bosque existía en Europa, han resuelto que ciertos países emergentes debemos ser el pulmón del mundo. Nada más "ecológico" que dejar los campos vacíos. Algunos de estos países centrales sostienen, desde hace algunos años, organizaciones campesinas que lejos de ser integradas por campesinos nuclean profesionales de lo más urbano. Paradójica forma de defender a los pobres: bajo banderas rojas y un discurso más cercano a la guerrilla setentista que a los postulados verdes, alientan a los campesinos a alzarse contra cualquier intento de explotación moderna de un campo, generando así ¡más pobreza! El grupo que ha usurpado nuestro campo cuenta, incluso, con un "depósito de voluntarios" en un paraje llamado Santos Lugares, y puede movilizar centenares de partisanos en cuestión de horas, equipados con antorchas, palos y armas de fuego.
La síntesis: todos perdemos. Los pobladores que no tendrán trabajo, los inversores, el medio ambiente (pues, a fin de cuentas, la "tala hormiga" no es controlada por nadie). Pierde además la provincia.