Los changos y las chinitas fueron llegando el domingo durante todo el día, los de las centrales del sur Unicam, Pinto y Añatuya, viajaron en el colectivo del Mocase, después fueron llegando los de Santiago Capital y los del norte, Lomitas y Copal, que llegaron en la madrugada del lunes.
Y así, con algunos mal dormidos, la escuela arranco a las 7:30 de la mañana del día lunes, un grupo fue el encargado de hacer el desayuno y levantarnos, y ahi, de a poquito nos fuimos encontrando todo y todas en la cocina, entre saludos, caras dormidas, abrazos, rodeando el fogón fuimos compartiendo un rico mate cocido con pan.
A las 8:00 de la mañana se reunió la coordinación para ultimar detalles de la semana, distribuirnos roles y tareas. En simultáneo las chicas y los chicos, por su propia iniciativa fueron acomodando los salones, las aulas, limpiando el predio, garantizando que todo este listo para el comienzo de las clases.
A las 10 de la mañana, formamos un gran círculo y se dio comienzo a la semana con una hermosa mística, nos mostraron y nos invitaron a recordar las luchas y resistencias en las que como Escuela de Agroecología estuvimos presentes.
Finalizado esto, compañeras y compañeros que coordinaban el día reforzaron los acuerdos ( como no salir del predio, cumplir con las tareas de mantenimiento y tener mucha predisposición) y nos contaron como se habían pensado los días de la semana.
Ahora sí, a clases!!!
También arrancó el Espacio de Niños y Niñas, que funciona en simultáneo a las clases de la escuela, es un espacio de formación, contención, de juego y recreación para los niños y niñas que vienen a la escuela.
Tanto alfabetización, terminalidad, cómo 1ero, 2do y 3ro salieron a las 12:00 del medio día al grito de ¡¡Está la comidaaa!!
Una gran fila se armó rápidamente para esperar la servida de la comida y degustamos un rico guiso que hicieron las compañeras del pueblo.
Hasta las 15:00hs que volvemos a clases es momento de hacer las tareas de mantenimiento ( cómo limpiar el predio, los baños, lavar las ollas) también nos queda tiempo para una siestita, para bañarse y algunos changos y chinitas se ponen al rayo del sol a jugar al fútbol.
A las tardecitas, mientras esperamos la cena, es momento de tomarnos unos matecitos, charlar, compartir con toda la escuela.
A las 23:00hs es el horario de silencio, uno de los acuerdos de la escuela, y aunque hubo algunos renegados, nos fuimos a dormir a la espera del día siguiente.
El día miércoles por la tarde, la escuela está de evaluación intermedia. La coordinación de ese día empezó a convocar a todos y todas para que se dividan en grupos y arranquen, también así lo hizo la coordinación.
Después de 1 hora y media los coordinadores empezaron a llamar a los compañeros y compañeras para hacer el plenario en el aula de 1ero. Una vez que llegaron, todos los grupos hicieron su devolución y por último la coordinación, terminando esto nos fuimos a comer.
La mañana del jueves tenía mucha expectativa, era el día de las prácticas de campo. Como cada mes los chicos y las chicas asisten a una práctica (comunicación, producción animal, vegetal, apicultura, telares, salud comunitaria e indígena).
Los que estaban anotados en la práctica de apicultura y telares, que tenían pensado salir al campo, no lo pudieron hacer porque la noche anterior una tormenta con piedras cayó en la ciudad de Quimilí, dejando cancelado el viaje, porque los caminos no estaban en buen estado.
Parecido pasó con producción animal, solo que ellos salieron tempranito, llegaron al campo, llegaron a la casa de los compañeros de Pampa Pozo y una vez con la familia se metieron al corral de las chivas y a los minutos, de nuevo una tormenta amenazaba en el sur. A las corridas se metieron a la trafic que los llevó y volvieron a la escuela.
A pesar de la lluvia, todas las prácticas se hicieron igual.
A la tarde, el grupo Saira Semilla nos llamaron a todos para merendar un rico matecocido y seguidito comenzó el taller de los jueves, esta vez la temática se trató de amistad, amor, sexo, cerveza y rock and roll, y duró hasta el horario de la comida.
Sábado, último día de la semana. En el transcurso de la mañana se garantiza la limpieza de toda la escuela , la evaluación por cada año y después nos encontramos en un plenario para la devolución.
Cómo cierre de la semana presenciamos una mística, que nos llevó a reflexionar sobre la resistencia campesina, indígena, negra y popular en nuestra América.
Así transcurrió la séptima semana de la Escuela de Agroecología del Mocase Vía Campesina.
UNA ESCUELA DE EDUCACIÓN POPULAR EN MOVIMIENTO!