Reproducimos el comunicado de nuestro movimiento campesino continental.
La conmemoración del 8 de marzo, signada por las luchas de las mujeres trabajadoras, nos convoca a aunar fuerzas frente al sistema patriarcal y capitalista, en defensa de nuestras formas de vida en el medio rural y por la soberanía de nuestros pueblos, territorios y recursos de la madre tierra, amenazados por el poder de las corporaciones transnacionales, los intereses del capital financiero y la codicia de las élites locales.
Defendemos la autodeterminación de nuestra América Latina y el Caribe y sus iniciativas de integración soberana, para seguir apostando por cambios estructurales que garanticen la igualdad socio económica y productiva de las mujeres del campo. En ese sentido, congratulamos a nuestros pueblos por el reconocimiento de la soberanía alimentaria en sus legislaciones, constituciones y/o como eje para sus políticas públicas, obtenido en 6 países de la región y exhortamos al conjunto a avanzar por esa vía.
Rechazamos la embestida neoliberal que busca revertir los avances logrados por los procesos de cambio y los gobiernos progresistas de América Latina el Caribe, acudiendo incluso a golpes de Estado de diversos cortes, como ha sucedido en Brasil, Honduras y Paraguay. Estamos alerta en la defensa de los espacios ganados a través de gobiernos progresistas y alentamos a los pueblos de América y el mundo a defender la vida e impedir que nuestras victorias populares sean arrebatadas por la derecha e intereses foráneos.
Levantamos nuestras voces ante la aguda violencia sistémica, capitalista y patriarcal, que se expresa en todos los escenarios de la vida. Exigimos la adopción de políticas para la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres del campo, que incluye tanto las amenazas que penden sobre las diversas formas de vida, producción y economías campesinas, como las que se imponen en el ámbito privado, conjuntamente con el sexismo, la homofóbia, el racismo y los abusos que se manifiestan en la migración y desplazamientos. Alentamos a los Estados de nuestra región a profundizar su compromiso de construir una región de paz, haciéndola extensiva al cese de la represión institucionalizada y la criminalización de las luchas campesinas.
La CLOC – VC seguirá en pie de lucha, aportando a la construcción de un mundo con igualdad socio económica, productiva y política para las mujeres, donde todas las relaciones entre los seres humanos estén fundadas en la ética y la dignidad, que son principios por los que apuesta el feminismo campesino, indígena, comunitario y popular, planteado como enfoque político para la igualdad de género en nuestra organización.
¡¡¡Globalicemos la lucha, Globalicemos la esperanza!!!