Nota publicada en Revista Crisis
Hoy tendrá lugar la primera marcha multitudinaria del año en contra de las políticas del gobierno de Cambiemos. Es también la primera movilización de fuste después de las jornadas de diciembre, que conmovieron las bases de sustentación del macrismo.
El acontecimiento será leído en dos planos distintos aunque articulados: por arriba, la dialéctica de los dirigentes, la batalla retórica en los medios, el reacomodamiento de los factores de poder; por abajo, la dinámica de la calle, las variaciones subjetivas que experimentan las mayorías, la galvanización de un descontento social que busca expandirse. El precalentamiento comenzó el 15 de febrero con movilizaciones organizadas por la CTEP a distintas gobernaciones, y tomó temperatura con el paro de Bancarios, con una Caravana Azucarera por los ingenios salteños y jujeños, con la tensión en la paritaria docente. De fondo, el movimiento feminista prepara el paro internacional del 8M.
En los mentideros políticos el tema excluyente es el salto del moyanismo (el actor más picante del sindicalismo argentino) hacia una oposición frontal contra el gobierno. Algo que podía adivinarse desde hace ya un tiempo. Y que expuso la fractura de la CGT, otro desenlace evidente. Habrá que ver cuál es la potencia de la inédita composición de sectores que se dará cita en “la avenida más ancha del mundo” este miércoles. Su capacidad para alumbrar algo nuevo. O si se trata de más de lo mismo, como insinúa el oficialismo cuando acusa a la movilización de responder al capricho de la corporación sindical. La cantinela de siempre.
De lo que no se habla es de cómo piensan los laburantes la conflictividad que viene. De los miles y miles de personas que pueblan las organizaciones gremiales, las más tradicionales y las que acaban de surgir. Las que trabajan en la base y sienten el pulso de una bronca que crece, buscan argumentos y sacan conclusiones. Por eso hicimos esta encuesta: 5 preguntas sencillas, a 15 gremialistas de distintas actividades. De variadas extracciones políticas. Y de diferentes regiones del país. Una clase obrera tratando de entonar la balada de su tiempo.
Las preguntas:
1. ¿Cuáles son los principales problemas que hoy afectan tu actividad?
2. ¿Movilizan el 21? ¿Por qué?
3. ¿Para qué sirve el sindicalismo hoy? ¿Qué tiene que preservar de su historia y qué tiene que cambiar?
4. ¿Qué pensás del macrismo?
5. ¿Qué habría que hacer para que las trabajadoras y los trabajadores tengan más fuerza en la toma de las decisiones trascendentales para el país?
Las respuestas (por orden alfabético):
Juan Aranda: Camioneros / Daniel Ayala: Curtidores / Gabriela Barrios: Pescadores Artesanales / Belén Bavio, Paula Rey Fortes y Ariel Velázquez: Telefónicos / Teresita Bernal y Natalia Fontana: Aeronavegantes / Deolinda Carrizo: Campesinado Indígena / Silvio “Chopper” Eguez: Azucareros / Mariel Fernández: Cooperativas de Vivienda / Miguel Angel Ferreyra: Aceiteros / Sebastián Ferro: Comercio / Ignacio Lonzieme: Informáticos / Armando López: Ladrilleros / Miguel Ángel Páez: Mineros / Silvia Palmieri: Vendedores Ambulantes / Yamile Socolovsky: Docentes Universitarios.
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Juan Aranda (45 años). Trabaja en Bodegas López, en el barrio de Palermo, Ciudad de Buenos Aires. Secretario de Capacitación y Formación de la Rama Aguas y Gaseosas del Sindicato de Camioneros.
1. En nuestra actividad venimos sufriendo una merma notable del trabajo. El consumo bajó mucho. Y hay un plan económico que no ayuda en nada a la clase trabajadora. La inflación es el problema y el gobierno no le encuentra la solución.
2. Claro que nos movilizamos el 21 y tenemos varios motivos. Primero, hay una clara señal del gobierno de que quiere modificar nuestro Convenio Colectivo, lo que haría perder derechos y dignidad a los camioneros. Nosotros creemos que un chofer de camiones debe tener un salario acorde con la actividad que desarrolla y que le permita a su familia vivir con dignidad. Pero además, vemos un claro ataque del gobierno a todo el sindicalismo y en particular a nuestro Secretario General Hugo Moyano. Y esto se debe a nuestra oposición a la reforma laboral. Los camioneros confiamos en que Hugo Moyano nunca firmaría algo que perjudique a los trabajadores.
3. El modelo sindical argentino es único en el mundo y sirve como una barrera de contención al avance de grupos poderosos de empresarios, que quieren trabajadores con sueldos bajos, que no reclamemos nada, prácticamente quieren tener esclavos y eso en Argentina no va a suceder. Hay varias cosas que deben preservarse, pero tiene que quedar claro que el sindicalismo debe defender de forma irrestrica los derechos de los trabajadores. Cambiar, se puede cambiar muchas cosas, pero la esencia es la protección y la defensa de los trabajadores.
4. Sobre el macrismo tengo una mala opinión. Es un gobierno que protege a los poderosos y castiga con su plan económico a los sectores mas débiles, los jubilados, los docentes, los desocupados y a toda la clase trabajadora. De lo que prometió en campaña, hizo todo lo contrario. Estamos convencidos que este gobierno no tomó una sola medida en favor de los trabajadores.
5. Creo que el movimiento obrero debe aspirar a una unidad en serio, unidad de verdad. Esto en las bases es un hecho concreto. Los trabajadores queremos a nuestros dirigentes a la cabeza de la lucha, por eso Hugo y Pablo Moyano tienen el apoyo incondicional de los camioneros. El 21 de febrero seguro marcará un punto de ruptura entre la clase trabajadora y el gobierno de Macri.
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Daniel Ayala (34 años). Trabajó en la curtiembre Arangio S.A., en la localidad de Lanús, provincia de Buenos Aires. Secretario de Seguridad e Higiene Laboral del Sindicato de Obreros Curtidores.
1. En nuestro sector existen diversos problemas principalmente la apertura indiscriminada de importación de materia prima que destruye la industria nacional, los tarifazos que hacen que algunas pymes encuentren una escusa para instrumentar despidos y suspensiones, y la suba en los costos de producción que repercuten en menos trabajo.
2. Nuestro sindicato forma parte de la Corriente Federal de Trabajadores, al interior de la CGT, y somos unos de los gremios convocantes porque entendemos que esta movilización apunta a la unidad del movimiento obrero organizado para conformar un gran frente nacional que se transforme en la alternativa a las políticas neoliberales que impone el macrismo. El general Perón decía que la táctica es la lucha directa, la estrategia es la conducción de conjunto. En eso estamos.
3. El sindicalismo hoy como ayer es la herramienta que tenemos los trabajadores para defender nuestros derechos. Nosotros ponemos en práctica esa máxima, con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes.
4. El macrismo es un gobierno de ricos para ricos. Llegó para cumplir el sueño de la oligarquía de destruir al movimiento obrero y la organización popular.
5. Hay que seguir potenciando el espacio de construcción política del Frente Para la Victoria - PJ que posibilitó que hoy en día haya diputados nacionales que pertenecen al movimiento obrero como nuestro secretario general Walter Correa, como Vanesa Siley y el referente de la CTA de los trabajadores, Hugo Yasky.
Gabriela Barrios (26 años) es esposa y acompañante de un pescador artesanal de la localidad de La Paz, provincia de Entre Ríos. Integra la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP).
1. Los problemas del pescador son la falta de herramientas, y la falta de acuerdo entre las autoridades. Ya que a falta de leyes y condiciones, el pescador no puede desarrollar su actividad libremente. Ellos sólo quieren prohibir o cancelar actividades y herramientas. El pescador entiende y respeta el río, ya que es la fuente que mantiene a su familia. Pero que veden especies o que no permitan pescar es un problema para el pescador, ya que no hay ayudas o alguna actividad que le genere ingresos mientras haya veda. Otro problema es la suba de elementos que son esenciales como la nafta, los ganchos, el hilo. Muchas veces no son de industria nacional pero un día va el pescador y sale un precio, y a la semana sale otro más caro. No sabemos quién pone el precio.
2. El 21 hay movilizaciones por reclamos de los planes, la mercadería, la calidad y la cantidad, por los despidos, contra el ajuste y los tarifazos.
3. El sindicalismo es para unir fuerzas, para luchar por objetivos en común, porque mas allá de la actividad que uno realice muchas veces compartimos los mismos problemas. Y es bueno tener una bandera que nos represente. Y lo que habría que cambiar es controlar más a la gente que nos apoya, que se junta para reclamar, que no haya lío, sin agresión, que nos hagamos escuchar pero pacíficamente, ya que yo pienso que los policías también son personas y que a la agresión no se la contesta con más agresión.
4. ¿El macrismo? Mhhh... al parecer es un mal gobierno. Subas indiscriminadas de tarifas, despidos, desempleo. Un gobierno para los que tienen plata. Y el que no la tiene la está padeciendo. Situación complicada. Volvió el dicho del "no me alcanza", ¡literalmente no nos alcanza! Fue un cambio, pero un cambio malo.
5. Lo que pienso que hay que hacer es unirse realmente para hacerse ver y escuchar, y no parar hasta que obtengamos respuestas favorables, exigir trabajo, no sólo subsidios. Eso nos ayuda a paliar la situación, no nos asegura un futuro para nosotros, para nuestros hijos. Tenemos derecho a tener obra social, aportes, el día de mañana sentarte y decir: "estoy jubilado" y "hay un futuro para nuestros gurises".
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Paula Rey Fortes (39 años), Belén Bavio (38 años) y Ariel Velázquez (42 años) forman parte de la Comisión de Directiva de FOETRA, el Sindicato de las Telecomunicaciones.
1. La convergencia y las nuevas tecnologías abren el desafío de discutir condiciones laborales, salariales y garantizar puestos de trabajo que no sean sustituidos por una suerte de inevitable determinismo tecnológico, que obligue a aceptar condiciones a la baja o a la tercerización de tareas. La situación de concentración de grupos económicos dentro de la actividad, como es el desembarco del grupo Clarín en Telecom, abre un estado de alerta. Es necesario garantizar los puestos de trabajo. Tenemos que terminar con las desigualdades entre salarios y convenios de las distintas realidades que abarca nuestra actividad (telefonía fija, móvil, internet, datos), parándonos desde las mejores condiciones del sector.
2. La movilización del 21F se da en el marco de un largo proceso de lucha, que asumió diferentes formas, desde marchas, paros, asambleas permanentes, tomas, cortes de calles, hasta abrazos a edificios evitando intervenciones. Nuestra agrupación, Frente Telefónico, que está adherida a la CTA de los Trabajadores, va a participar porque priorizamos la unidad de acción con los distintos sectores del movimiento obrero y social que estén decididos a hacer retroceder el ajuste en las calles.
3. El sindicalismo es un primer nivel de organización de la clase trabajadora y de construcción de lazos de solidaridad y pertenencia alrededor de los lugares de trabajo. En ocasiones se pretende restringir el rol de los sindicatos a reclamos de carácter reivindicativo de manera excluyente, quitándole su potencia transformadora. En ese sentido, tenemos que recuperar la posibilidad de pensarnos como representantes de un interés general: el de vivir de nuestro trabajo. Eso nos habilita a imaginarnos como protagonistas y responsables de transformar la realidad. Superar la ilusión de que alcanza con los propios, los iguales, para defender y conquistar nuevos derechos, es vital. Recuperar el funcionamiento en los lugares de trabajo de las comisiones internas y el papel de los delegados es importante no sólo porque le da más fuerza a los colectivos de trabajadores para cualquier pelea, sino también porque es el primer lugar donde se ejercita el consenso y la capacidad de lograr acuerdos. La unidad es empujada desde abajo, por lo que sucede en los lugares de trabajo.
4. El gobierno de Macri es la expresión del interés de clase de los propietarios, de las clases dominantes. Es un gobierno que se guía por la ambición de una clase en detrimento de las mayorías populares. Tienen una visión totalitaria de la historia. El macrismo es expresión de un contexto regional de giro a la derecha. Comprender este contexto y los factores que lo desencadenaron es clave para poder comprender las tareas que tenemos los sectores populares en esta coyuntura. También creemos importante comprender cuáles fueron los puntos o nervios sensibles de nuestro pueblo sobre los que cabalgó y aún cabalga el macrismo. En vez de sorprendernos o enojarnos, tenemos que conocerlos para poder desarmarlos.
5. Es necesario acordar un programa y un proyecto de país que abarque a la mayor cantidad de organizaciones sindicales. A las buenas propuestas se las sostiene con fuerza y capacidad de negociación, pero también haciendo daño. Aumentar la sindicalización allí donde hay ausencia gremial, recuperar sindicatos cuando aquellos claramente dejaron de ser herramientas de luchas de los trabajadores, y cuidar con mucha dedicación aquellos espacios políticos sindicales que hemos logrado construir a pesar de las diferencias. La cultura de la meritocracia y la posición de algunos sindicatos de que sólo deben ocuparse de derechos corporativos, acentúan la disociación entre condiciones materiales de existencia y el contexto. Por ello creemos que es importante impulsar desde los sindicatos prácticas que tiendan a unir lo que aparece como separado y distinto.
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Teresita Bernal (37 años) y Natalia Fontana (41 años) son tripulantes de cabina de Aerolíneas Argentinas. Teresita es delegada y Natalia es Secretaria de Prensa del Sindicato de Aeronavegantes.
1. Existen varios frentes abiertos en nuestra actividad. Entre los principales podemos mencionar el sostenimiento de las condiciones laborales y las conquistas conseguidas a lo largo del tiempo frente a una avanzada de precarización tanto a nivel regional como internacional, sobre todo con el advenimiento de la modalidad low cost en la industria aerocomercial. A esto se suma la defensa del transporte (y en nuestro caso la línea aérea de bandera) como un servicio público, de calidad y con sentido social. Lo que por muchos años fue un piso de sentido común, sostenido y valorizada por un sentimiento total de pertenecia por parte de sus trabajadores, hoy se ve erosionado. También es una problemática que afecta de manera contundente el hecho de mantener el poder adquisitivo de los salarios con los actuales índices inflacionarios, tarifas por las nubes y negociaciones paritarias que continúan teniendo el techo que impone el gobierno. Tenemos que estar muy afilados como sindicato para pensar estrategias que mejoren la situación de los trabajadores con todos esos condimentos. El colectivo de tripulantes de cabina es bastante particular. Debido al tipo de trabajo no tenemos contacto estable y continuo entre nosotros, con horarios flexibles y rotación de personal, y nuestras tareas implican un tipo de desarraigo al territorio de pertenencia. Todas estas condiciones dificultan los lazos de solidaridad laboral y la percepción del colectivo por sobre la situación individual, siendo una tarea difícil entre nosotros el compromiso y solidaridad con la clase trabajadora.
2. Son muchas las razones por las que sentimos que hay que movilizarse. Por un lado, la imposición de una reforma previsional, de manera apurada e inconsulta con los trabajadores, en la que no tomaron en cuenta ni les importó el rechazo social frente a la pérdida del poder adquisitivo de los jubilados. Sumado a eso, el rumbo económico parece un callejón sin salida en la que el nivel de endeudamiento que está tomando el gobierno hipoteca el futuro de varias generaciones. Otra de las cuestiones por las cuales nos movilizamos es el ataque permanente que están montando desde el poder político y el mediático hacia la organización sindical. Cuestionamiento que repercute en la sociedad civil y en los trabajadores, generando un debilitamiento en las estructuras gremiales que en toda la historia han sido herramienta de conquistas laborales y protección para los trabajadores en su conjunto. Por eso vamos a salir a la calle, a ejercer el derecho a la protesta y demostrar al gobierno que no vamos a permitir la puesta en marcha de un modelo laboral desindicalizado, con leyes laborales mínimas y trabajadores desprotegidos. Con la “demonización” de los representantes sindicales allanan el camino para una reforma laboral en detrimento de los asalariados. Esto no quita que las organizaciones sindicales tengamos muchas cosas para replantearnos, modificar y democratizar. Pero ese camino nos lo damos los trabajadores, no bajo la extorsión del poder de turno con el único fin de debilitarnos.
3. Por un lado, creemos que hay una tarea interna al interior de los sindicatos, que no se limita a fomentar la participación o “concientizar” a los trabajadores. Democratizar las estructuras sindicales no es tarea sencilla e implica repensar qué decimos cuando hablamos de democracia. Es un ejercicio de pensamiento en el cual los sindicatos tienen que tener “ganas” de aportar: que lo urgente no relegue lo importante. Sería muy interesante si los sindicatos, que son la organización más antigua que nos damos los y las trabajadoras, nos pusiéramos a recrear el instrumento tal cual lo concebimos hasta ahora. Confiando en que podremos darle un plus a la organización, a partir de comprender cuáles son las modificaciones concretas que se están desarrollando en el campo laboral y qué significa que esté en crisis el concepto de trabajo. Todo ello no quita para nada que el sindicalismo sea una herramienta importantísima y que conserve sus atributos mas antiguos: defender los intereses de los trabajadores, mantener sus conquistas históricas, reforzar la dignidad del trabajador en la relación laboral, ser solidarios. Seguramente estas conquistas serán aun más fuertes si conseguimos poner en práctica un ejercicio democratizante que resuelva la eternizacion de dirigentes, para concebir organizaciones menos jerárquicas, garantizar la participación real de las compañeras en la actividad sindical y en la toma de decisiones, la libertad sindical como punto de partida para mantener un mecanismo de revisión constante al interior de las organizaciones.
4. El macrismo responde a sectores sociales que en la historia no encontraron representación en los partidos políticos tradicionales. También se agarra de la crítica profunda que existe en la sociedad sobre los modos de gobernar de estos partidos tradicionales, que no han sabido revisar, cuestionar, modificar. La orientación liberal del macrismo incluye medidas económicas y sociales como la precarización laboral, beneficios para grandes empresarios, tarifazos, desprotección de los jubilados, endeudamiento externo, entre otras medidas que comprometen el futuro de la Argentina.
5. Es una pregunta compleja porque pone en juego la cuestión de la política. En esa instancia tan decisiva hay algo que tenemos que revisar entre los y las trabajadoras, para no quedar entrampados y enfrentados en las candidaturas de determinados partidos políticos, y estar más predispuestos a ser un vector de enunciación sobre el mundo hoy. Imaginamos que esa tarea debe ser con la confluencia de centrales sindicales, en tanto estas se animen a escuchar a vastos sectores de la sociedad como las organizaciones sociales de la economía popular y el movimiento de mujeres. Seguramente esto reconfigurará una fuerza diferente, más compleja y potente a la que se dio en su historia el movimiento de trabajadores organizado.
Deolinda Carrizo (38 años). Campesina. Integrante del pueblo originario Vilela. Referente del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE).
1. El principal problema que tenemos es la concentración de tierras en manos de empresarios que desmontan indiscriminadamente para cultivos de la soja transgénica, o ganadería extensiva destinada al mercado internacional. Sistemas de "producción" que contaminan con agrotóxicos las napas subterráneas, ríos, canales, las semillas criollas y la Salud de las poblaciones expuestas directamente e indirectamente a las fumigaciones.
2. Nuevamente nos movilizamos el 21. Porque es un momento clave en el proceso político argentino, para en unidad rechazar la políticas antipopulares y de retrocesos en los derechos de las y los trabajadores asalariados y de la economía popular.
3. El sindicalismo clásico en lo rural, como la UATRE no ha llegado al campesinado, indígenas y productores familiares. Por eso en los últimos años un amplio abanico de organizaciones rurales y urbanas hemos venido fortaleciendo la CTEP, que es una nueva herramienta del poder popular para generar propuestas y conquistas de derechos. El sindicalismo, en general, tiene que ser inclusivo y contar con la presencia de más mujeres y jóvenes, abrirse y contener la diversidad multiétnica del país.
4. El macrismo es un reflejo de la desunión y la poca conciencia de una masa desorganizada sin horizonte político. Representa el daño a la democracia.
5. Fortalecer los procesos de formación política e ideológica de las y los trabajadores y sus organizaciones, que promueva el debate interno. Y fortalecer el rol de las mujeres y la juventud en las estructuras sindicales.
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Silvio “Chopper” Eguez (55 años). Obrero despedido y activista del Sindicato Azucarero del Ingenio La Esperanza, San Pedro, Jujuy.
1. Desde que entró Cambiemos al gobierno han despedido a 800 trabajadores azucareros, más el cierre de fábricas como el ingenio San Isidro de Salta.
2. Nosotros por los despidos tenemos acciones todos los días. Mañana en asamblea vamos a decidir si participamos del 21F, pero seguro que sí.
3. Acá en la base discutimos cómo los sindicalistas están entregados y no hacen nada. Sólo peleamos los que estamos despedidos. Los sindicalista son muy corruptos y viven como millonarios. Hoy la mayoría de los sindicatos no defienden a los trabajadores, lo único que hacen es negociar con la patronal, el gobierno y la justicia. A favor de ellos y no de los trabajadores. Tienen que cambiar los pensamientos, ser más clasistas, modificar algunas metodologías porque la mayoría de los gremios son manejados por tres personas sin darle participación a los demás integrantes.
4. Del macrismo y de los radicales yo personalmente nunca tuve confianza, menos de los peronistas o justicialistas. Yo viví los noventa con esos gobiernos antiobreros y vende patria.
5. Para que los trabajadores y las trabajadoras tengan fuerza en la toma de decisiones, primero hay que tener conciencia de clase. Porque yo veo que hay obreros que piensan como burgueses, no asumen que son asalariados y nosotros somos los que movemos la economía y las fábricas. Hicimos la esperiencia durante tres meses de producir sin patrón y nos fue bien, pero los compañeros votaron para que el gobierno se haga cargo del Ingenio y fue el fin de la industria azucarera y del alcohol.
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Mariel Fernández (40 años). A cargo de la construcción del Plan de Viviendas del barrio La Perla que lleva adelante la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) del Partido de Moreno, Provincia de Buenos Aires.
1. Trabajamos hace 20 años en propuestas educativas y culturales, en la visibilización de una capa de trabajadores y trabajadoras que van quedando fuera del ámbito del empleo formal, en un sistema que se va concentrando cada vez más y que reemplaza trabajo humano por tecnología. Esta población sobrante son mis compañeros, son los pibes y las pibas de los barrios que no acceden a una educación de calidad y quedan a merced del narcotráfico. El trabajo dignifica, y no es sólo una frase. Lo hemos comprobado en cada uno de los planes de vivienda que construye la CTEP. No podemos estar sin trabajo.
2. Sí movilizamos, porque nos estamos enfrentando a un gobierno liberal, que cree en el achicamiento del Estado, y ajusta a los que menos tienen. Nos enfrentamos al Dios dinero, como dice el papa Francisco. Y en esa pelea nos unimos, tenemos claro contra qué nos enfrentamos. Van a hacer todo lo posible para que nos peleemos entre nosotros, para que mostremos nuestras debilidades. Pero la unión hace la fuerza. El 21F vamos a estar todos los que quedamos de la vereda de enfrente.
3. El sindicalismo sigue siendo la mejor herramienta de organización de los trabajadores, y el modelo de organización sindical argentino sigue siendo el mejor del mundo. Por supuesto que hay dificultades, pero no podemos ver la historia en forma fragmentada. Nos quieren hacer cargo del daño que nos hicieron. Estamos ante una nueva composición de la clase trabajadora, porque dejamos atrás la Argentina del pleno empleo. Es tal la fragmentación interna, debido a la diferencia salarial entre la misma clase, y principalmente por las dos generaciones de trabajadores sin empleo formal. Esa fragmentación nos hizo perder identidad. Los trabajadores nucleados en las centrales obreras, tienen que asumir en su seno a los trabajadores de la Economía Popular. Porque lo único que nos va a unir es el proyecto político común, para toda la clase.
4. Pienso que subestimamos al macrismo, que tienen una mirada empresarial en la forma de manejar el Estado y que aprenden rápidamente en la gestión. Tienen un pensamiento matemático. Somos números para sus planes, población sobrante. Por eso no es necesario para ellos invertir en educación, en salud, en investigación. Porque no nos tienen en cuenta.
5. Todo es una relación de fuerza, tenemos que estar más unidos y contruir alianzas con otros sectores de la sociedad que también quedan afuera. La propuesta económica actual es para un sector históricamente privilegiado, con capitales trasnacionales que se concentran y transforman continuamente. Pero seguimos siendo mayoría. Que nos encontremos unidos en las calles es un gran paso. Nos enfrentamos a un sistema totalmente deshumanizado. Por eso les digo a mis compañeros y compañeras: seamos más solidarios, pongámosle amor a las cosas que hacemos. Si la militancia no nos hace mejores personas hay algo que estamos haciendo mal. Esto es con amor, con ternura, con entendimiento, con igualdad entre hombres y mujeres. No es una cursilería. Los más pobres son los que más sufren. Seamos artesanos de unidad, dijo el papa Francisco.
Miguel Angel Ferreyra (39 años). Empleado de BUNGE S.A. Secretario General del Sindicato de Aceiteros de Tancacha, provincia de Córdoba.
1. La actividad aceitera no tiene problemas económicos, incluso estos dos últimos años mejoró considerablemente su rentabilidad. No obstante ello se han proucido despidos injustificados, se ha disminuido el personal contratado para tiempos de cosecha gruesa (marzo, abril y mayo), no se han incorporado nuevos trabajadores siendo que se incrementaron las ventas, han empezado ha descontar las horas en las que se hacen asambleas (sin que se pare la producción), no han pagado el bono de fin de año que pedimos como participación en las ganancias empresarias (derecho previsto en la Constitución Nacional). A partir de la asunción del gobierno del PRO los trabajadores que pagan el impuesto a las ganancias subieron de 9 a 64 por cada 100 laburantes.
2. Sí movilizamos. Porque no estamos de acuerdo con las denuncias infundadas y el ataque a los dirigentes sindicales, y por ende a los sindicatos. Porque no estamos de acuerdo con el plan económico del gobierno, estamos en contra de la reformas previsional, tributaria y laboral, que solo pretenden quitarle derechos adquiridos a la clase trabajadora. Por la cantidad de mujeres y hombres que están sin empleo. Para que el salario de los trabajadores cubra las necesidades básicas que contempla el artículo 14 bis de la Constitución Nacional y el 116 de la Ley de Contratos de Trabajo, que es la menor remuneración que debe percibir el trabajador en su jornada legal de trabajo de modo tal que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión.
3. El sindicalismo tiene que preservar de su historia, la misión para la que fue creado, que es representar a lo más frágil del sistema capitalista que son los laburantes, a los que tienen en venta su fuerza de trabajo y que no han sido incorporados dentro del sistema. Muchos sindicatos tienen que cambiar su modo actual de lucha y ser más abarcativos y representativos, con asambleas en los lugares de trabajo, con elecciones de delegados de base en las fábricas y dependencias estatales. Dejar de lado las ambiciones personales y estar más cerca de los laburantes y más alejados de los gobernantes de turno y empresarios que corrompen a los dirigentes sindicales.
4. Del macrismo pienso que son personas que representan a la alta sociedad, la que ha obtenido su fortuna robando al estado, a los indígenas, a sus empleados, y que son títeres de las grandes potencias mundiales, que nunca les importó gobernar para el pueblo sino a favor de sus propios intereses y los de su clase.
5. Los trabajadores son influenciados por la tele, la radio, los diarios y las redes sociales.para que actúen en contra de sus propios intereses como clase trabajadora. Debería existir un mayor índice de afiliados a los sindicatos para que los trabajadores sean consecuentes con su clase. Y que haya más educación gremial con plenarios de delegados y grandes asambleas deliberativas en los sectores de trabajo.
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Sebastián Ferro (42 años). Empleado de Integración Norte Carrefour (INC SA). Secretario de Cultura del Sindicato de Empleados de Comercio de Rosario.
1. Nos preocupa la pérdida de los puestos de trabajo, la precarización de las condiciones laborales. Ante el miedo a la desocupación, en muchos casos los trabajadores se ven obligados a ceder condiciones para mantener el empleo.
2. Sí, movilizamos. Creemos que es importante que los trabajadores demuestren en la calle el repudio a la política económica y social de este gobierno con una unidad amplia y con firmeza.
3. Estratégicamente, desde los grandes poderes necesitan que no haya colectivos, organizaciones, instituciones, que combatan la idea del individualismo como única salida. El modelo sindical argentino es ejemplo y único en el mundo. Hay que mantener su esencia, su estructura, y renovarlo políticamente teniendo en cuenta los cambios culturales de estos tiempos.
4. El macrismo es la expresión contemporánea del sector político que sojuzga a los sujetos populares desde hace 200 años, el unitarismo del puerto de Buenos Aires que se inclina a entregarse a las decisiones de la metrópolis antes que elegir un proyecto independiente, federal y para los trabajadores.
5. Necesitamos unidad en la acción y, en la medida de lo posible, traducirla en una mayor unidad orgánica, para acceder a lugares de decisión política, institucional, como pasó en 1945, cuando los mejores dirigentes que venían de distintas organizaciones confluyeron y fueron referentes de un gobierno para las mayorías.
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Ignacio Lonzieme (34 años). Trabaja en tareas de validación de usuarios en la sede Martínez (provincia de Buenos Aires) de la empresa IBM. Es Secretario General de la Unión Informática.
1. Vemos con mucha preocupación la pérdida del poder adquisitivo del salario de los informáticos, debido a la inflación que es uno de los problemas más importantes. Desde la conformación del sindicato logramos recuperarlo en varias empresas conveniadas, pero en la gran mayoría de la actividad sigue retrasado debido a la falta de negociacines paritarias y encuadramiento, además de que las empresas "fuera de convenio" intentan competir en el mercado con salarios más bajos. En aquellos lugares de trabajo donde no se aplican las categorías del Convenio no hay una correlación entre las tareas que realiza el trabajador y la categoría que se le aplica, por lo que a veces la categoría de un Programador suele estar reflejada en su recibo de sueldo como un empleado administrativo. Eso genera que el empleador utilice el salario como variable de ajuste al no someterse a una referencia. Otro problema grave es la falta de un sindicato con personería gremial en la actividad, si bien la Unión Informática es el único sindicato con actividad y representación real de trabajadores, hay limitaciones jurídicas a la hora de negociar convenios colectivos con las cámaras empresarias, lo cual fomenta frecuentemente el abuso por parte de muchas empresas frente a las condiciones laborales de los trabajadores informáticos.
2. Vamos a movilizar el 21F con la Juventud Sindical Nacional, encabezada por el compañero Juan Pablo Brey. Este es un espacio donde nos sentimos muy cómodos y consideramos que es llevado con mucha autoridad y coherencia pero en forma horizontal y abierta. Los informáticos vamos a marchar en particular porque la gestión actual no da respuesta a las numerosas denuncias que hemos realizado por trabajo no registrado, falta de actualización salarial, actitudes anti-sindicales de varias empresas, falta de homologaciones de los últimos acuerdos firmados, fomentar acuerdos con sindicatos ajenos a la actividad por pedido de algunas empresas con capacidad de lobby. Por otra parte, si bien nuestra actividad está creciendo, según manifestaciones del titular de la principal cámara empresaria, esto no se ve reflejado en las condiciones de trabajo. Además, no coincidimos con la reforma previsional, ni tampoco con la reforma laboral. Lamentablemente van a utilizar formas poco elegantes para llevarla adelante, como reducir beneficios que otorgan los CCT. Es cierto que hay que actualizar la legislación laboral, pero tiene que ser para sumar derechos.
3. Pensamos que el rol del sindicalismo hoy es cuidar los derechos y la función social que tiene el trabajo, no se trata solamente de producir ganancias. Pero lamentablemente frente a la sociedad solo se mide en el costo beneficio frente a los aumentos que logre negociar cada gremio en paritarias, y suelen quedar de lado cuestiones más escenciales como el cuidado del afiliado y el resolverle los problemas del día a día. Hay muchas cosas que deben preservarse, el modelo sindical funciona, pero consideramos que hay una actitud muy conservadora por parte de las dirigencias de muchos sindicatos grandes, y eso está produciendo un desgaste de las organizaciones debido a que sus afiliados están pidiendo a gritos algunas modificaciones en las formas de dirigir. Hay que despejar fantasmas que tanto pesan en la historia del sindicalismo, como los hechos de corrupción, pero sobre todas las cosas urge modernizarse y adaptarse a los tiempos que corren, para mejorar la interrelación con la sociedad. El sindicalismo tiene que volver a enamorar a la gente y no solo ser una herramienta de conveniencia.
4. Nosotros analizamos cómo impactan las políticas económicas y sociales en nuestros representados, independientemente del partido político que gobierna actualmente. Tratamos de no partidizar las discusiones porque eso termina muchas veces en ofensa, por la sensibilidad social y lo bajo que está el nivel de discusión en la calle actualmente. Y vemos que no han favorecido demasiado a nuestros representados, sí al sector empresario que sigue pidiendo reducción de costos y salarios. Tampoco acompañan los impactos inflacionarios y aumentos de tarifas a la situación general del país. El incremento de los precios en los alquileres, alimentación, tarifa, genera caos en el bolsillo de nuestros afiliados, y sin duda que hay que hacerle frente y hacerse escuchar en todos los ámbitos que sea posible.
5. En Unión Informática somos muy amigos de la premisa que versa “mejor que decir es hacer”. Si proponemos algo es porque lo estamos haciendo. Si me permitís, discrepamos con esa cosa de ilumunisimo fantástico de “lo que habría que hacer es tal cosa”, que se da mucho en varios ámbitos sobretodo en el nuestro, todos opinan y proponen como les gustaría que fueran las cosas. En tal caso hay que escuchar al compañero para ver qué necesita, eso lo aprendimos desde el primer día como delegados. Sí fomentamos y creemos que el trabajador tiene que estar organizado en un sindicato, y participar activamente, con poco se puede hacer muchísimo. Preferentemente debe ser específico de su actividad, porque lo que debería suceder es que los dirigentes conozcan la misma con lujo de detalles, para saber cómo representarlos de la mejor manera posible interpretando sus intereses. La poca experiencia en los pocos años que tenemos de vida nos mostró que ese camino funciona y esperamos mantenerlo.
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Armando López (33 años). Secretario de Capacitación en Seguridad e Higiene del Sindicato de Obreros Ladrilleros.
1. los problemas que tenemos hoy en la actividad son muchos y muy diferentes. Una cosa son los problemas de las fábricas más grandes. Allí se siente la pérdida de poder adquisitivo, el techo a las paritarias que propone el gobierno que nos deja con muy poco margen de discusión frente a las negociaciones con la patronal. Pero en la otra punta están los problemas de los hornos clandestinos con hermanos migrantes que sufren hoy más desprotección porque el gobierno es hostil con los trabajadores. Entonces los problemas de esos sectores son aún mayores porque los patrones y los que arriendan la tierra se sienten cubiertos. Las condiciones de trabajo se agravan más y más.
2. El 21 movilizamos todos los ladrilleros en defensa de nuestros derechos a decir no al aumento de las tarifas, no a la perdición de los migrantes, no al maltrato de trabajadores.
3. El sindicalismo hoy es la única o una de las principales herramientas para defender a nuestros compañeros y compañeras. Sabemos que este gobierno viene por los sindicatos por eso considerando la importancia de preservar la institución su historia de lucha tenemos que salir a las calles.
Se que no todos los dirigentes están con los que tiene que estar (los trabajadores) pero son la minoría, las bases tienen hambre y vamos a dar pelea.
4. El gobierno de Macri claramente es un gobierno neoliberal que gobierna para los ricos y los pobres se lo estamos pagando. Un gobierno que va contra los que menos tienen.
5. Para tener fuerza hay que construir la organización de los trabajadores sin distinción de clase, sino un solo clase la de los TRABAJADORES.
Miguel Ángel Páez (39 años) es jefe de turno de mecánica en las galerias secundarias del Yacimiento Carbonífero de Río Turbio, provincia de Santa Cruz. Y secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) local.
1. Trabajamos en la única mina de carbón mineral operada por el estado nacional. Contamos con más de 70 kilometros de galerías subterráneas, con una capacidad productiva de 1 millón 500 mil toneladas de carbón por año, un ferrocarril de 300 kilómetros de extensión, un puerto en la ciudad capital de la provincia de Santa Cruz, una usina de 21 mw y una usina termoeléctrica a carbón de 240 mw, una planta depuradora y talleres de reparación y soporte a los equipamientos mineros. A través del interconectado nacional esos 240 mw significan energía para cuatro provincias, diversificando la matríz energética, generando un ahorro al estado nacional de más de 100 millones de dólares en importación de combustibles. Aún así, el gobierno actual paralizó toda la actividad de nuestra mina y empezó un plan de ajuste. Desfinanciaron económicamente, denunciaron el convenio colectivo, implementaron retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas, congelaron los salarios y despidieron en una primera instancia a 80 trabajadores y actualmente ya son mas de 500 despedidos.
2. El 21F movilizamos en contra del ajuste, de los despidos en todo el país, en defensa del recurso que le dio vida a los pueblos de la cuenca carbonífera, en defensa de la soberanía de nuestros recursos. Marchamos por un plan de lucha en contra de las políticas económicas y neoliberales del actual gobierno, unificando todos los conflictos en un paro general.
3. El sindicalismo en la historia del movimiento obrero sirvió para lograr conquistas laborales y derechos que hoy este gobierno pretende limitar o quitar. Hoy atacan directa y abiertamente a los sindicatos para someterlos. Con las denuncias a los dirigentes nacionales quieren desprestigiar toda la actividad sindical. La militancia gremial debe preservarse, desprendiéndose de la política partidaria.
4. Este modelo político es entreguista, anti patria, neoliberal. Son CEOS que gobiernan para pocos, sometiendo al pueblo argentino al hambre la miseria, endeudando al país.
5. Hay que unificar criterios de lucha en un plan que contenga a todos los conflictos, con alternativas claras para tener un estado soberano con pleno empleo, equitativo e igualitario. Las centrales obreras deben contener a todos los trabajadores y plantear un freno a estas políticas que afectan a miles y miles de trabajadores, y a generaciones enteras.
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Silvia Palmieri (38 años). Es vendedora ambulante desde los 7 años. Referente en la línea del tren San Martín, en el conurbano bonaerense. Se organiza en la CTEP. Secretaria General de la Unión de Vendedores Ambulantes (personería en trámite).
1. Los principales problemas que hoy nos afectan son: la criminalizacion del trabajo, la violación al derecho constitucional del artículo 14 bis y la libertad del trabajo en todas sus formas, la falta de políticas públicas para nuestro sector, y la poca o nula representatividad de los organismos competentes, sociales y políticos. En el tren, los principales problemas son: la falta de reconocimiento respaldándose en el artículo 158 de la Ley Nacional de Ferrocarriles implementada en el año 1891 y modificada varias veces, siempre empeorando nuestra situación, el incremento de vendedores (ex operarios y obreros despedidos) que buscan un sustento, y el cambio de gestión que retrasó todos los proyectos de nuestra cooperativa de trabajo “Vendedores Unidos”.
2. El 21F movilizamos tod@s porque creemos necesario frenar las políticas de ajuste que viene implementando el gobierno de Cambiemos y eso lo vamos a conseguir unidos y en la calle. Movilizamos porque la desocupación y la falta de paritarias dignas afectan directamente nuestro trabajo, empobreciendo a nuestra sociedad.
3. Pienso que el sindicalismo es el espacio correcto para luchar por las reivindicaciones laborales. Su principal fortaleza son los delegados bien capacitados para defender a los obreros y la unidad de estos para ser inquebrantables en sus objetivos. Las principales debilidades son el individualismo, la mezquindad y la corrupción. Todo eso ocurre por la falta de formación.
4. Ufff, lo que pienso del macrismo es irreproducible. Ellos despiden, ajustan, reprimen, van contra ancianos, discapacitados, quitan medicaciones esenciales para la vida. Veo que mientras nuestro pueblo sufre graves consecuencias por lo anteriormente mencionado, ellos viven descansando, de vacaciones y retiro espiritual. Todo lo que vivo del macrismo saca lo peor de mí. No tienen amor por la patria ni por su pueblo, en realidad ni saben lo que es el amor.
5. Para que los trabajadores tengan más fuerzas hay que capacitarlos. Tiene que existir un programa obligatorio, ya sea en la escuela o en el trabajo, donde se capaciten en derechos laborales y se concientice sobre la lucha y unidad que demanda la clase obrera.
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Yamile Socolovsky (50 años) es Secretaria de Relaciones Internacionales de la CTA-T y Directora del Insituto de Estudios y Capacitación de la Confederación Nacional de Docentes Universitarios.
1. Las universidades están afectadas por el desfinanciamiento que el gobierno de la Alianza Cambiemos ha provocado. Eso impacta en la actividad y en las condiciones de trabajo de diversas maneras: pérdida de poder adquisitivo del salario, paralización de acciones necesarias para la implementación plena del Convenio Colectivo de Trabajo (por ejemplo: concursos), retraso en el pago a docentes contratados en las universidades y carreras nuevas, suspensión de obras de ampliación edilicia. También están afectándose las posiblidades de continuar estudios para muchas personas: al mismo tiempo que la situación económica se torna más difícil para los sectores populares, las universidades reciben menos recursos del gobierno nacional para ayuda estudiantil. Mientras se produce el ajuste presupuestario, el gobierno avanza con una serie de programas que apuntan a reformar las universidades en un sentido que nosotros denunciamos como el inicio de un proceso de flexibilización del sistema de educación superior, que va a favorecer su mercantilización. Una reforma que se apoya en una campaña de desprestigio de las universidades públicas que pretende instalar la idea de que son ineficientes, corruptas y obsoletas.
2. El 21F movilizamos porque entendemos que es necesario consolidar un camino de unidad del campo popular para enfrentar la política del gobierno, y que en esa unidad es fundamental la presencia de las organizaciones sindicales. El sentido de esta movilización estará dado por la participación activa de sectores que hemos planteado desde el comienzo la necesidad de enfrentar el programa antipopular, pero también por la incorporación de organizaciones que pueden haber tenido otras definiciones pero hoy se encuentran ante la necesidad de plantarse en este escenario. Desde nuestro punto de vista, esta movilización es un paso más en la construcción de un frente de resistencia al proyecto oligárquico que representan el macrismo y sus aliados en el gobierno.
3. El movimiento sindical se encuentra en un proceso de reconfiguración que es motorizado por su dirigencia y sus organizaciones más dinámicas y comprometidas con la defensa de los derechos de las y los trabajadores, pero que debe promover la unidad más amplia posible en función de una capacidad de resistencia efectiva a un programa que avanza violentando nuestra democracia. Es claro que se necesita una renovación de la dirigencia y democratización de muchas organizaciones, y que hay un sector del sindicalismo que es funcional a la política oficial en funcion de preservar intereses que no son los de los trabajadores y trabajadoras que dicen representar. Pero es importante rescatar que existe también una dirigencia que está peleando, y que incluso hay procesos interesantes en sindicatos "dialoguistas", en los que dirigentes intermedios, seccionales de base o provinciales, se movilizan en unidad con otras organizaciones y pueden ser, desde esta activación en la base, el principio de una renovación del campo sindical en muchos aspectos.
4. El macrismo representa el regreso al poder político de una oligarquía que, en Argentina como en toda la región, ha venido una vez más a hacer sus negocios parasitando el Estado y devastando nuestro país, y que se ha propuesto eliminar toda posibilidad de retorno de un gobierno popular. Por eso, pese al uso de modernas teconologías de control social que a veces confunden a los intérpretes de este fenómeno, su condición de "vieja derecha" se hace manifiesta en el carácter revanchista de sus políticas y discursos. El quebrantamiento del Estado de derecho y de las garantías elementales para la vida democrática se producen hoy con el acompañamiento de una estrategia mediático-judicial de legitimación de la violencia estatal que es muy preocupante, y que el movimiento popular no puede dejar que se instale en nuestra sociedad.
5. Hay que fortalecer los sindicatos, hay que lograr que sean organizaciones representativas y politizadas, espacios en los que se construya fuerza colectiva pero con una mirada clara sobre las cuestiones generales de la política, que comprenda la lucha de la clase trabajadora como un aspecto fundamental de la lucha democrática. Pero también hay que construir puentes más sólidos entre las organizaciones políticas y el sindicalismo, una articulación que nunca ha sido fácil, pero que es absolutamente necesaria. Porque los sindicatos, concebidos tradicionalmente como organizaciones defensivas, son el ámbito inmediato de organización de trabajadoras y trabajadores que no estamos sólo para resistir (o para apoyar), sino para participar propositivamente en la definición del futuro que queremos.
http://www.revistacrisis.com.ar/notas/la-situacion-de-la-clase-obrera-en...