LOs movimientos de base reclaman lugar en el debate

Los referentes del sistema de agricultura familiar cuestionan a la dirigencia de las principales entidades ruralistas porque “se llevan los recursos en carretilla” y se ofrecen como aliados del Gobierno en el debate sobre el campo.

Debate. Ariel Méndez, Ángel Strapazzón y Lena Mozas quieren ser tenidos en cuenta como un “sector productivo de la economía argentina, no como un problema social”.

“No tenemos línea orgánica de ningún partido político. No somos bajadores de línea”, aclara Ángel Strapazzón, miembro del Movimiento Campesino de Santiago del Estero. “La Mesa de Enlace y el gobierno nacional nos subestiman”, subraya Ariel Méndez, jujeño, de la Red Puna. “El rol de las organizaciones sociales y populares no es el de legitimar ni aplaudir las políticas del Gobierno sino sentarse y debatir. Sabemos cuáles son nuestras necesidades y tenemos propuestas”, dice Lena Mozas, de la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierras de Mendoza. Crítica de la Argentina juntó a tres referentes del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI-Vía Campesina), que agrupa a unas quince mil familias argentinas y lucha por la soberanía alimentaria.

–¿A quién le molestan los campesinos?

Strapazzón: –A los agentes del modelo de agronegocios, sobre todo al sojero. Es una división internacional del trabajo, donde a la Argentina nos han puesto a hacer materia prima barata. Un modelo dependiente, que saquea, que nos va a complicar el futuro.

Méndez: –Los campesinos e indígenas somos un estorbo. Cuidamos el territorio y los bienes naturales. Producimos elementos sanos, agroecológicos, para el desarrollo de la economía regional. Producimos para la mesa de los argentinos y no para exportar.

Mozas: –Molestamos a todos los que tienen una visión de que el “progreso” está dado por una explotación de los bienes naturales en forma indiscriminada. Les molestamos a las multinacionales, al modelo agroexportador y a la megaminería a cielo abierto.

–¿Qué modelo proponen?

Strapazzón: –Creemos que hay que apostar a la soberanía alimentaria. Ya que hablamos de democracia: ¿por qué no llamamos todos honesta y francamente a un debate nacional durante un año y medio y discutimos qué modelo de país queremos? Y empezamos por discutir qué alimentos producimos, cómo los producimos y para quién. Los campesinos franceses nos dicen: no venda la soja, vendan la vaca, gastan menos el suelo y les pagan el doble. Le estamos dando forraje barato a chinos y europeos para que ellos ganen la diferencia.

Méndez: –Hoy el 70 por ciento del suelo está ocupado por la soja. No podemos estar comiendo soja. Vamos camino a seguir generando una gran hambruna. Tenemos que asegurar nuestra alimentación. Y es lo que no se está haciendo. Nosotros queremos seguir produciendo y vivir de lo que producimos.

Mozas: –Queremos que se debata, que puedan estar todas las visiones. Pero sobre todo con la idea de la soberanía alimentaria. Y que no haya un niño en la Argentina que se muera de hambre.

–¿Qué porcentaje de los alimentos producen los campesinos?

Strapazzón: –Argentina llegó a tener un 65 por ciento de los alimentos producido por la agricultura familiar, los campesinos y los pueblos originarios. Las dictaduras militares y el modelo menemista arrasaron con 300 mil productores pequeños familiares y con medio millón de los campesinos. Hoy día producimos entre el 25 y el 30 por ciento de los alimentos argentinos en apenas el 5 por ciento de la tierra. En Brasil, donde se apostó a una reforma agraria, la agricultura campesina garantiza el 85 por ciento de los alimentos en el 25 por ciento del suelo, en un país de 200 millones de personas. Y Brasil también tiene sojeros y exporta, pero supo distribuir territorios. Yo escucho que la Mesa de Enlace propone el modelo brasileño, pero ¿saben que el Gobierno destina miles de millones de reales a la agricultura campesina? ¿Saben que tiene un instituto de reforma agraria? Ellos quieren el modelo brasileño sólo en lo que les conviene.

–¿Qué relación tienen con el Gobierno?

Strapazzón: –Con el conflicto con la Mesa de Enlace se nos buscó un poco más. Se ve que a veces cuando están con el agua al cuello recurrís a los que te patearon la puerta. Nosotros no somos un problema social, somos un sector productivo de la economía argentina. Y todo ese debate generó la Subsecretaría de Desarrollo Rural, que hace un año y medio pusieron marcha pero no tiene plata.

Méndez: –Tanto la Mesa de Enlace como el gobierno nacional subestiman al campesino. No lo consideran un sujeto económico. No estamos ni con la Mesa de Enlace ni con el Gobierno. Pero tenemos que exigir: no puede ser que todos los recursos se los lleve en carretilla la Mesa de Enlace. Y que a nosotros nos ninguneen. El gobierno nacional enfrenta a la Mesa de Enlace pero no está buscando aliados. Los aliados podríamos ser nosotros. Pero ni siquiera nos dan una señal. Ni un guiño
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